Mayra Silva es una artista interdisciplinaria que se formo en la Facultad
de Artes Visuales de la Universidad Autónoma de Nuevo León, tiene un amplio
curricular a nivel nacional e internacional. Ha expuesto de manera individual y
colectiva en México, Estados Unidos, Brasil, Argentina, España, Israel entre
otros. He podido ser “lectora” en
algunas de sus exposiciones, y ese interés se acrecentó con su muestra “Texto sin fin”.
Tuve la oportunidad de conocer su obra antes que a ella y desde ahí creí
comenzar a dialogar. En su obra me identifico visualmente, relaciono nuestra
resolución estética, fuimos formadas por prácticamente los mismos maestros,
bajo casi las mismas condiciones, nuestro contexto es similar, pero lo
interesante no es precisamente lo que nos une, sino lo que nos separa.
En mi dialogo con ella buscaba esa forma en que ambas
llegamos desde diferentes líneas o distintos caminos, en nuestras diferencias
de estrategias al producir, la manera de creer en algo, como es eso y cómo se
disipa. Como resolvemos de tan distintos modos aun con la palabra o la imagen,
pero sobre todo con distintas preocupaciones.
“Ahorita van! espérame tantito!” me grita desde dentro, yo: afuera.
Me sorprende entrar a su casa y ver muchas de las piezas que forman parte de mi archivo de imágenes, pero no me sorprende tanto como oírla hablar hacia el pasado en cuanto empezamos a hablar, “No es que quiera ser autobiográfica pero es que me tengo que acordar de esas cosas (...) Mi mamá era costurera y mi papá trabajaba en un banco... yo creo que por eso me interesaban los papelitos y esas cosas”
Palabras y papel... ambas con “P” su letra favorita... “a mí me gusta la “g” y sobre todo si empiezan con “gu”” le contesto, ella me responde con seriedad “ahh mira a la “g” no he llegado” pareciera que habláramos de cosas serias, sabemos que lo son... “antes hacía lo mismo solo que era jugando ahora ya es como jugar pero de verdad...”
Palabras y papel es lo primero que observas en cuanto saca una inmensa cantidad de cajas de su “cuarto de archivos”... unas 20 cajas inundadas en libretas... “Sácalas, no me molesta si lo lees...” me siento poco renuente, mis libretas no siempre se abren...las relee en voz alta recordando entre risas las cosas que escribía y mientras me va contando algunas de sus primeras exposiciones... me cuenta sobre aquel cuarto de paredes viejas donde intentaba sostener palabras recortadas con agujas de acupuntura, la dificultad de hacerlas mantener “Las palabras no se pueden sostener…” cierto, pienso, por eso a veces uno se arrepiente...
M: “Mi proceso es ese mismo… esto” (señalando las libretas)
G: “¿Y las consideras como piezas?, o sea ¿como resultado?”
M: “Si, tan piezas las considero que esas no las vendo...”
Me hace gracia el comentario, pienso en mi obsesión por hacer todo lo contrario, por terminar fuera de la libreta, por sacar las palabras fuera del papel y terminar en otro espacio, en Mayra su espacio es ese: el papel, su papel.
Cierra cajas y tomamos otras, me habla de lo que escribe “Casi siempre hablaba de la ciudad… fragmentos de ideas de la ciudad conmigo, yo con la ciudad...” hablamos de las calles y “el mugrero visual” le cuento mi hartazgo de ver tantas cosas por las avenidas y como esto me lleva querer ausentarme de la imagen, de la primer pieza que hice con la intención de no tener una imagen, se trataba de un audio que decía “Aquí no hay nada que ver”
M: “Ahh pero a mi si me gustan las imágenes y no puedo vivir sin ellas… o no las ocupas?”
G: “Si si las ocupo, pero no se a veces me cansan...o sea yo empecé a escribir para narrar imágenes, pero ausentándolas”
M: “Pero pues las palabras son imágenes, o sea son dibujos las letras y eso...”
Discutimos la idea... me convence en cierto modo pero sin dejar de pensar que a veces es más sutil... “Se emparenta con la poesía con lo sutil, con lo delicado, pero no siempre es tan sutil a veces es muy fuerte...” pienso en esta idea y lo fuerte que es...
...la palabra, palabras contra imágenes, imágenes contra palabras palabras imágenes, imágenes palabras... y entonces sobre eso hace uno de los comentarios que hasta hoy me dejan pensando...
“Ahorita van! espérame tantito!” me grita desde dentro, yo: afuera.
Me sorprende entrar a su casa y ver muchas de las piezas que forman parte de mi archivo de imágenes, pero no me sorprende tanto como oírla hablar hacia el pasado en cuanto empezamos a hablar, “No es que quiera ser autobiográfica pero es que me tengo que acordar de esas cosas (...) Mi mamá era costurera y mi papá trabajaba en un banco... yo creo que por eso me interesaban los papelitos y esas cosas”
Palabras y papel... ambas con “P” su letra favorita... “a mí me gusta la “g” y sobre todo si empiezan con “gu”” le contesto, ella me responde con seriedad “ahh mira a la “g” no he llegado” pareciera que habláramos de cosas serias, sabemos que lo son... “antes hacía lo mismo solo que era jugando ahora ya es como jugar pero de verdad...”
Palabras y papel es lo primero que observas en cuanto saca una inmensa cantidad de cajas de su “cuarto de archivos”... unas 20 cajas inundadas en libretas... “Sácalas, no me molesta si lo lees...” me siento poco renuente, mis libretas no siempre se abren...las relee en voz alta recordando entre risas las cosas que escribía y mientras me va contando algunas de sus primeras exposiciones... me cuenta sobre aquel cuarto de paredes viejas donde intentaba sostener palabras recortadas con agujas de acupuntura, la dificultad de hacerlas mantener “Las palabras no se pueden sostener…” cierto, pienso, por eso a veces uno se arrepiente...
M: “Mi proceso es ese mismo… esto” (señalando las libretas)
G: “¿Y las consideras como piezas?, o sea ¿como resultado?”
M: “Si, tan piezas las considero que esas no las vendo...”
Me hace gracia el comentario, pienso en mi obsesión por hacer todo lo contrario, por terminar fuera de la libreta, por sacar las palabras fuera del papel y terminar en otro espacio, en Mayra su espacio es ese: el papel, su papel.
Cierra cajas y tomamos otras, me habla de lo que escribe “Casi siempre hablaba de la ciudad… fragmentos de ideas de la ciudad conmigo, yo con la ciudad...” hablamos de las calles y “el mugrero visual” le cuento mi hartazgo de ver tantas cosas por las avenidas y como esto me lleva querer ausentarme de la imagen, de la primer pieza que hice con la intención de no tener una imagen, se trataba de un audio que decía “Aquí no hay nada que ver”
M: “Ahh pero a mi si me gustan las imágenes y no puedo vivir sin ellas… o no las ocupas?”
G: “Si si las ocupo, pero no se a veces me cansan...o sea yo empecé a escribir para narrar imágenes, pero ausentándolas”
M: “Pero pues las palabras son imágenes, o sea son dibujos las letras y eso...”
Discutimos la idea... me convence en cierto modo pero sin dejar de pensar que a veces es más sutil... “Se emparenta con la poesía con lo sutil, con lo delicado, pero no siempre es tan sutil a veces es muy fuerte...” pienso en esta idea y lo fuerte que es...
...la palabra, palabras contra imágenes, imágenes contra palabras palabras imágenes, imágenes palabras... y entonces sobre eso hace uno de los comentarios que hasta hoy me dejan pensando...
“La lucha entre sí misma, entre persona-artista es como la de entre las palabras y las imágenes...” ahora puedo recordar el titulo de su exposición individual “Persona vs artista” donde se evidencia que esta “lucha” que aparentemente tienen la palabra y la imagen es la misma a la que ella se enfrenta al querer debatir sobre la separación o unión del ser persona-artista... y entonces llega la respuesta, o un intento de... Mayra resuelve la palabra como imagen y la imagen con las palabras, por ende no puede hablar de una separación sino de componerse de lo mismo, de complementarse, y no necesitaría hablar mucho mas con ella para darme cuenta que esa persona va unida al hacer del arte, y su manera de crear solo es resultado de sus condiciones... la palabra imagen... la persona artista.
“Yo veo a la par la foto y el texto, el escribir es capturar, es capturar el tiempo y esa batalla contra el tiempo que se va… pero no es capturar el tiempo en cualquier momento, ahí es donde está tu visión, en capturar esto y no aquello, y tu vas, la decisión y la elección es lo que tú vas dándole a las cosas… es decir yo escribo…” Es curioso relacionar la escritura y la fotografía como 2 ejercicios de captura, es hasta este día, que me doy cuenta en cómo yo pienso en precisamente esas dos cosas: Escritura y fotografía, la primera para contener y la otra para permanecer...
Le cuento de la frustración, la negación y el diálogo, me pregunta sobre mis referencias, le hablo de Octavio Paz...
M: “Nunca lo leí, o sea solo el monográfico porque me dijeron, pero no me gusta leer poesía, no me gustan las novelas, ni Foucault... hago esto porque me gusta... los libros me llegaban, leía a Becket, o a Cortázar...pero no estoy haciendo teorías...Yo mi obra la veo como texto, como dibujo, aun este en la maquina, es un dibujo mecánico…”
G: “Yo en mi obra intento ausentar mucho la imagen, o ausentarme yo...”
me refuta la ausencia...
M: “Pero donde está el texto estás tú, donde están tus cosas estás tú, pienso mucho en eso del camino, en la huella eso siempre lo vas dejando…”
y me quedo pensando...
Le explico de mis inicios en la pintura, de esa fascinación de abstraerse horas, de quedarse ahí atrapado y que sin embargo muchas veces no es suficiente...
“Yo no pintaba pero pues...Escribir es un proceso de abstracción, seleccionar una palabra, decidir que palabra va ahí, hay palabras que engloban todo… es razonar, cuando las cosas pasan por tu cabeza es un ejercicio, un ejercicio de lectura, un ejercicio de escribir, ejercicio de selección y de reflexionar…” Pienso en mi manera de escribir, yo escribo muchas veces para mí, otras tantas con el fin de que se quede ahí, es como bocetar lo que se va a escribir...
G: “¿Piensas en el lector cuando escribes?”
M: “No pienso mucho en el lector, no directamente; está implícito. Sé que me van a leer...”
Le muestro el proyecto de “30 Pre-textos", le explico desde la parte de los diálogos, hasta la de cómo funciona el proyecto, me cuestiona sobre los códigos QR, la Tecnología, le respondo que toda esa parte se resuelve con “Jorge” en colectivo... “Por ejemplo a mi no se me ocurriría nada de eso, yo no pienso en cosas así...” refiriéndose a la tecnología, “Yo tampoco” le respondo, “Es resultado de trabajar con alguien, de discutir...”
“...trabajar en grupo no se me daba, siempre he sido muy recogida y tímida, introspectiva y el trabajo de la escritura así es, es de estar sola, en mi casa, en tu cuarto encerrada, eso define…”... definitivamente eso define.
Hacemos anotaciones respecto cómo funciona el trabajo individual y cómo funciona el colectivo, sobre construir complementando... Le agradezco el dialogo, hacemos énfasis en la palabra...
