lunes, 26 de agosto de 2013

Entrevista con Melissa García

"Creo que como productores visuales, simbólicos, es posible poder ir más allá de señalar" 


Melissa García  (Monterrey 1987) es una artista que trabaja desde el performance y el arte social involucrandose de maneras muy directas a la interacción con el otro y sus experiencias.
A diferencia de otras entrevistas en el caso de Melissa abordamos específicamente el proyecto “Correspondencias” en el cual se define mas como una coordinadora o gestora que autora.
 
 “CORRESPONDENCIAS" es un proyecto de instalación dentro de espacios de vulnerabilidad social que invita al espectador, de manera sutil y poética, a redactar cartas motivado por un espacio cálido que simbolice pertenencia y protección. Explora las relaciones entre el cuerpo psíquico y el contexto socio-cultural e indaga en las repercusiones de los procesos de interacción cotidianos, como los vínculos afectivos, la intra e inter-comunicación, sobre los contextos públicos y el flujo de re-construcción social, al mismo tiempo que brinda al espectador un espacio catártico de reflexión y expresión.

 

Gris: Meli desde hace años conozco tu trabajo y este siempre fue más performativo, siempre con una tonalidad social pero no tan inclinado hacía lo que pasa ahora con Correspondencias, ¿Crees que la situación actual de la ciudad ha hecho que tu práctica artística se gire hacía estas problemáticas?
Melissa: Es curioso el inicio de mi trabajo todas las acciones que yo hacía siempre tenía la intención de que repercutiera en otro o yo pensaba si estas experiencias las viviéramos todos si todos tuviéramos estaba segura que la violencia sería disminuida si todos entrábamos en contacto con nuestro cuerpo, con nuestro interior, si todos reflexionábamos sobre nuestros propios procesos, qué era lo que trataba de hacer en los performance y pensaba muy  idealista que eso disminuiría la violencia y podría aumentar el amor, la fraternidad, la comunión… de pronto empieza a interesarme detonar cosas y veo yo misma mi trabajo y parece totalmente diferente, pero viene de ahí, de detonar cosas, pensé si quiero que esto sea colectivo y quiero que todos sientan algo, voy a invitar al otro a hacer conmigo, la acción se convierte en una invitación, una invitación que el otro puede aceptar o rechazar para trabajar juntos…

 
G: Centrémonos en correspondencias, ¿Cómo surge esto?
M: Inicio correspondencias ante la pregunta si a través de una propuesta artística podría suceder una disminución de criminalidad, así era como empezó, de ahí el interés se fue de lo macro a lo micro y verlo reflejado en algún momento, y de ahí el del uno con el otro por eso la idea de una carta, si puedo fortalecer una relación uno a uno eso puedo fortalecer otra relación, estimular que haya reforzamientos entre vínculos personales y la idea de poner esto en un espacio de vulnerabilidad es para ofrecer un poco la posibilidad de relajación de estar con uno mismo y con el otro y permitir… y estaba diseñada con el numero dorado y tiene un diseño meticuloso… y las modificaciones del diseño tenían que ver con los espacios con los que quería vincular la obra, había que restarle al diseño o la estética para que se preste más a los espacios, y en algún punto llegue a dudar del proyecto, cuando visite los espacios y vi las problemáticas tan de cerca pensaba que correspondencias se quedaba demasiado corto para resolver esas problemáticas, y tengo que seguirlo y tengo que enlazarlo lo más posible a estos proyectos,  y la pretensión que me doy cuenta que no es la perspectiva que yo debería tener del proyecto… el proyecto esta mas sentado en entenderse no como un simple enlace sino que pertenece a una cadena y conjunto que da la fuerza, las instituciones de salud, de seguridad y de todo.

 
 
G: El contexto se vuelve un detonante ¿no? Un contexto bajo el cual tenemos que ir creando nuevos sentidos…
M: Si totalmente, el salir a la calle el conocer a personas víctimas de violencia, el estar tan cerca de este sufrimiento que ocasiona la situación por la cual está pasando nuestra ciudad definitivamente es una motivación para este trabajo…

 
G: Y tu obra en general hace que voltees a ver esto, el desbordamiento de la violencia, y eso también se desborda a la producción. Y por ejemplo correspondencias puede construir un sentido para la gente que está ahí, más que un cambio tangible pues puede crear y construir un sentido, tener un espacio donde pensar, reflexionar, sentarse frente a otro ya es una posibilidad…
M: Aunque sé que puede ser difícil, no sé si sea posible, Correspondencias está en una especie de laboratorio y en proceso de construir y reconstruir algo, siempre que se presenta el proyecto surgen nuevos sentidos.
 
A manera de experiencia personal me toco trabajar en una asociación con niños en situación vulnerable, ahí colabore 3 años en zonas de bastante violencia, me hice hiper sensible a situaciones de violencia, a imágenes de violencia, era bien fácil, el niño o la niña no llegaba… y bueno ya estaba, pudieron haber pasado una serie de cosas, y entonces eso fue una experiencia muy dura, es algo que no me cabía en mi corazón ni en mi ser emocional, vivir con eso diariamente, es como ¿En dónde diablos estamos viviendo? Y qué demonios está pasando? Y eso hace tener la necesidad de ir más allá del señalamiento de algo, frente a esa situación.

Para mí hay producción para todo, cada quien tiene que ser sincero y reconocer las necesidades e intenciones de cada proyecto, y la intención de correspondencias es ir más allá del señalamiento, creo que como productores visuales, simbólicos es posible poder ir más allá de señalar, y para las personas que puedan trabajar esa posibilidad de sentarse relajarse y visualizar otra forma de ver y entender su lugar en ese mundo, puede llegar a ser muy contundente en la vida de alguien. Es importante desvincularse ser muy limpio, por ejemplo me preguntaban de las cartas, si se podrán ver si van estar disponibles y pues al proyecto no le es pertinente reconocer lo que sucede en las interacciones, las cartas se quedan con las personas y eso le da un equilibrio en la instalación, no saber lo que está sucediendo y ese es el contenido del proyecto,  al entrevistarme con cada espacio cada uno tiene una idea de para que va a servirles a ellos en lo que hacen, por ejemplo en los centros nueva vida, centros para adolescentes con adicciones a sustancias, ellos ya están viendo cómo utilizar la instalación, luego estará en Centros culturales, es muy importante la vinculación y el trabajo en colaboración, reconocer lo incompleto de los proyectos y como se enriquecen con la colaboración de otros dispositivos,  personas, centros. Y hasta el título quedó “correspondencias”… la correspondencia se da a muchos niveles.
 
 
G: ¿Cómo funciona el dispositivo?
M: Originalmente funcionaba así, hay 5 sitios con silla y mesa, dentro de la mesa están el papel y los lápices y se abre y había pensado que dijera “¿qué diría esta carta?” Muchas instancias y centros me han pedido que haga una ficha didáctica y yo estoy totalmente abierta a modificar el dispositivo a las necesidades de los espacios,  generé unas instrucciones-invitación, en la misma tapa a mano: 1 respira profundo, 2 relájate, 3 siente tu corazón el tiempo que necesites, 4 piensa en lo más importante para ti, 5 abre tu ser y escribe una carta, un poema, un cuento, 6 repite las veces que quieras, 7 Gracias.
 

 
G: Y afuera ¿No hay ninguna instrucción? ¿Entras cuando decidas entrar?
M: No hay invitación literal, todo es metafórico, un dispositivo que tenga calidez, trate de hacer que escultóricamente sea una invitación, en esos espacios donde estará no hay otros tipos de espacios así y eso espero eso posibilite la interacción con el transeúnte.

 
G: ¿Y el contacto con los centros cómo es?
M: Puede ser de las dos formas contactarnos nosotros con ellos o ellos a nosotros, el proyecto está en web y ahí dice contactar con nosotros. Lo único que les pido a los espacios es que ellos la trasladen, los materiales están ya listos y seguirá hasta que se acaben los materiales, y seguirá así, son materiales muy baratos…

 
G: ¿Cómo crees que pueda responder la práctica artística a problemáticas como la violencia, a la interacción, en una ciudad como Monterrey? ¿Cómo es posible?
M: A mí me encanta y creo que la producción simbólica debe ser muy diversa, como decía el proyecto no basta con señalar algo. Y como creo que sea posible a partir de motivar y estimular la participación, cuando genere el proyecto intenté reunir. Yo trate de converger micro sociología, arte terapia, pertenencia ambiental, esto para mi es básico, porque a partir de la pertenencia ambiental el ser humano puede pensar su lugar aquí en el mundo, en la tierra, principios matemáticos como el teorema del pentágono y el numero dorado, estas 4 herramientas reunidas en un laboratorio para montarse en estas zonas de vulnerabilidad, esto es lo que se me ocurrió a mi reunir para estimular la participación y que al estimularla puede proyectarse a otros ámbitos de la persona que está participando, para mi es muy importante desencadenar cosas, el producir estas cosas y se tiene que dar…

 
G: Y esto a ti ¿a qué niveles te funciona como una herramienta, como conocimiento, como terapia…?
M: Como medio.

 
G: ¿Y crees que para los actores en la instalación les funcionará como medio, como herramienta? o ¿cómo crees que derive en ellos, en el interactor cómo deriva esto?
M: No sé… no sé cómo vaya a ser entendida, para este caso particular me importa mas que pueda generar interacción, pero es muy pertinente tu pregunta… pienso que es importante priorizar… en este caso claro es importante trabajar con la propia subjetividad que se vayan con su sensación más que que sepan que es una instalación…

 
G: Esto es un dispositivo que puede ser replicado con otros motivos, y es importante que esto pueda ser replicado y pueden ser varios y de otros modos, sería interesante…
M: Sí y de verdad que impresiona como puede ser reutilizado esto, se puede usar para muchas cosas, como la carta, estamos haciendo un instructivo para que esto pueda reutilizarse estoy trabajando en él, en las funciones del dispositivo, más que estéticamente en sus funciones…

 
G: Y claro estamos hablando de Monterrey de una ciudad donde no hay una percepción de ciudad ni de ciudadano, donde no hay espacios de interacción, correspondencias puede ser un espacio que más allá del relato escrito puede estar el oral entre las personas dentro del espacio…
M: Creo que eso se va a dar por la naturaleza de la ciudad y de los espacios vulnerables, porque en esas situaciones nosotros queremos dialogar, y desde ese lugar, también pensar que alguien llegue y se siente y no escriba tampoco representa un fracaso, para nada…

 
 
G: ¿En qué momento un proyecto llamado artístico se transforma en un proyecto social? ¿Cómo lo ves tú? ¿Crees que hay división o que van de la mano? ¿Cómo lo ves?
M: Yo creo que es al mismo tiempo las dos cosas no es exclusivamente una u otra, es importante darle la libertad, que llegue a comunidad, que tenga la posibilidad de permitir la reconstrucción  de sentidos, y de ahí en adelante no importa… es muy difícil, pareces estar en un terreno resbaladizo es complicado gestionar, me siento más como una coordinadora del proyecto que una autora, es importante darle como una base el marco teórico, es de donde trato de agarrarme y de ahí permitirle esta opción de ser cambiante, de adaptarse a necesidades.

 

lunes, 19 de agosto de 2013

Entrevista con Marcela Quiroga


"El discurso oficial, el de los medios, el del estado, el de los empresarios y todos los que confluyen en el discurso oficial, lo que dicen no tiene nada de sentido! Es ilógico! Y lo único que podemos hacer y lo que tenemos que hacer es construir sentido a partir de otras experiencias y otros emplazamientos"

 
Marcela Quiroga (Monterrey 1970) es artista visual y profesora de la facultad de Artes Visuales de la UANL. Tiene más de 20 años en la producción artística cuestionando el discurso oficial y lo representacional desde el acontecimiento. La mayor parte de su obra se ha desarrollado entre las fronteras norte y sur de México, así como en las de otros países.

La obra de Marcela y las propias reflexiones que hace con el proyecto “Cuál realidad” van en torno a la producción simbólica y los sentidos que esta puede provocar, siendo ésto elemento clave al pensar en esa búsqueda de sentidos a través de la reflexión artística, premisa se ha ido repitiendo constantemente a lo largo de las diversas entrevistas realizadas.


“La producción simbólica  puede proveer sentido y significación, es decir que ayude a construir nuevas versiones, nuevas realidades. Pensar el arte como una práctica, con las implicaciones procesuales que esto tiene, exige la maniobra de replantear la pertinencia tanto de la forma de producción artística, como de los formatos de los objetos producidos y sus reflexiones.” Es por ello que entre los cuestionamientos abordados en esta investigación nos interesan esas "nuevas prácticas sociales" que se dan en México y cómo éstas derivan en la producción contemporánea.

 

 



Gris: Marcela yo conozco tu obra desde hace años, la colectiva e individual, y me gustaría que nos centraramos en el proyecto de “cuál realidad”,  partiendo desde ¿cómo fue tu formación y cómo llegas a todo esto?
Marcela: Yo creo que una cosa es muy importante, la transformación como artistas no se da en términos convencionales, no como en otras escuelas que implican métodos más convencionales y esto nos lleva a una práctica en la calle, estuvimos en la calle mucho tiempo trabajando con Gina (Arizpe), lo que nutre nuestra inquietud no tiene que ver directamente con el arte sino con otro tipo de nutrientes en la experiencia concreta…

G: ¿De la experiencia cotidiana? ¿De lo humano?
M: Si… últimamente tengo muy claro lo que uno puede hacer como maestro en una facultad de artes visuales en una universidad pública en medio de una crisis económica, política, cultural…

 
G: ¿Y qué puede hacer?
M: A grandes rasgos  tiene que ver con nuestros proyectos en el camión, esos lapsos donde uno no está siendo productivo para el sistema capitalista, sino que en los tiempos en los que "no somos productivos", son los tiempos donde realmente somos productivos, somos creativos, esos espacios que no están acotados de cierta forma con los tiempos, con las legislaciones del sistema en el que vivimos y en el que desarrollamos nuestra vida “normal”, no buscarse un trabajo, o bueno si sí buscar un trabajo donde estén estos espacios donde se puede ser…

G: Hablando con Yasodari también coincide esta idea de la falta del tiempo de ocio, la idea de ser productivo social, emprendedor,  y claro Monterrey es una ciudad donde te mueves horas en autobús, y pasas mucho tiempo ahí transportándote y pienso ¿en qué medida es Monterrey un factor importante o desviante del trabajo?, me pregunto ¿Cómo afecta a tu producción además de los trayectos y la formación que me comentabas, cómo afecta el cómo está ahora la ciudad?
M: Lo del camión lo comento como ejemplo, porque mis alumnos me dicen “es que iba en el camión y se me ocurrió tal” y digo ¿Qué pasa en el camión que se ponen productivos? Eso que boicotea ¿porqué se usa para esto? es una incidencia de trabajo, lo que pareciera interesante aquí es este andar en la calle sin una cosa específica que hacer, solo viendo, esa es una forma de crear, puede ser una metodología de creación, que eso nos pasaba a nosotros en la calle.

Y cuando la cosa se pone fea, en 2009, desde el 2005 yo trabajaba en Laredo,  ya las cosas no estaban muy bien y se puso peor… ahorita está muy silencia la cosa, y no nos dicen lo que está pasando. Por ejemplo  hay un problema gravísimo en las cárceles de Nuevo León,  no hay una cárcel para mujeres están juntos hombres y mujeres, están en diferentes alas pero aun si juntos y esto se presta a que haya problemas de trata de blancas, prostitución… hace poquito colgaron a dos muchachas de un puente y una de ellas estaba embarazada, y está muy densa la cosa…
 
G: Claro y empiezas a cuestionarte estas cosas porque esto empieza a superarte, te das cuenta que no es algo temporal, que no es algo específico, empieza a desbordarte y a desbordarse ¿Cómo empieza el arte a servir como una herramienta de incidir, de enmarcar, de visibilizar, o no sé cómo te sirve a ti?
M: Si empieza a tener sentido porque el discurso oficial, el de los medios, el del estado, el de los empresarios y todos los que confluyen en el discurso oficial, lo que dicen no tiene nada de sentido! Es ilógico! Y lo único que podemos hacer y lo que tenemos que hacer es construir sentido a partir de otras experiencias y otros emplazamientos, porque si nos quedamos con lo que nos dicen es una locura, es una locura, no tiene ningún sentido.
De alguna forma los procesos de creación son mi forma o mi herramienta de construir sentido de estas cosas que son tan ilógicas y de las cuales no podemos decir que estamos fuera, porque no estamos fuera, son parte de nuestra vida, de nuestra realidad, estas cosas son determinadas por eso. Yo tengo la necesidad de andar en la calle, de verlo, de no esperar a lo que me van a decir, y todo te afecta porque tienes que estar en tu casa. No puedes ya estar en la calle…

G: Claro ¿Cómo te acercas a eso? porque ya no puedes estar en la calle, te acercas por medio de las redes sociales, el periódico y sabemos muy bien que eso no es… y es una de las cosas que también pienso respecto a la movilización social ¿Si estas salen como respuestas a lo que atiende la sociedad, a necesidades de la ciudad? ¿O son respuesta a los medios a las redes sociales, y se vuelven como otras cosas? no sé si emergen de un contacto real, de reclamar ese espacio, porque tampoco sé si hay una conciencia social de los espacio públicos…

M: Una de las cosas que salieron del proyecto del sur, en Chiapas, en Tuxtla la vida de plaza es vida, la gente se junta, se relaciona es una forma de estar en la ciudad, que no tiene nada que ver con tomar la ciudad ni con tomar la plaza para protestar, si algo es obvio es que si oprimes va a haber una respuesta a esa opresión, y eso es lo que se espera que nosotros respinguemos y no se llega a nada, porque las cosas siguen tal cual, y no va a cambiar nada ,y me acuerdo de las bordadoras por la paz y bueno eso es una forma de tener como esta visibilidad que antes no tenían se juntan y se hacen visibles, y existimos y aquí estamos, sin embargo se sigue teniendo lo mismo, no hay ningún cambio en las prácticas es una forma muy representacional y si algo necesitamos es quitar esas formas de ser representados porque no sirve, no sirven esas formas representacionales necesitamos cambiar esas formas de nuestro estar en el mundo…

G: Entonces cuál es tu postura ante estos movimientos, no crees en eso representacional…
M: Soy totalmente apática a los movimientos, yo creo que funcionan pero no desde el punto de vista en que se manifiestan, funcionan porque se juntan con otras personas, porque dialogan con otras personas, eso sí funciona, funciona a niveles más pequeños y no cambia el sistema en que vivimos porque seguimos dependiendo de una representación, seguimos siendo representados, y aunque lo digan los discursos y digan que la democracia funciona, no creo yo que funcione para nosotros porque seguimos dependiendo de que alguien más tome nuestras decisiones, nos dicen tantas cosas, nos hacen que nosotros mismos dependamos de eso que ni siquiera podemos verlo, necesitamos hacernos cargo de nuestras prácticas y lo que esas prácticas generan. Estamos siempre tan adormecidos por lo mismo de que no hacemos nada, pareciera que no tenemos responsabilidad en la construcción en nuestra vida como si no fuera nuestra obligación, siempre esperamos que nos digan que hacer, es generado por los mismos medios por el mismo sistema…Yo no digo que los movimientos no funcionen, acercan, generan sentidos y pertenencia pero en niveles menos evidentes y menos representacionales, no necesitamos  justificar que nos juntamos para decir esto está mal y esto debe cambiar, el simple hecho de juntarnos para lo que sea para lo que nos dé la gana, eso es lo que yo veo, nunca he estado en ningún grupo de protesta ni nada, siempre hemos sido señaladores de cosas que parecen no tener lógica y nos vuelven actores en el mismo lugar, agentes de la ciudad de la forma de relacionarnos con la ciudad.
 
Pregunto a mis alumnos ¿Para que quieren hacer arte? ¿Porque quieren ser artistas? Y esa práctica el sentido que se construye siempre es muy personal, no podemos esperar a que otros digan “eso es arte vamos a llevarlo a la galería” esperar desde un lugar muy alejado del centro donde sucede, en el centro el arte tiene que ver con el sentido, con el conocimiento, eso legitima nuestra práctica lo legitima el conocimiento que nos genera sentido, más que estar metido en algún lugar, en algún sitio que legitima, como una institución artística, lo mismo con juntarse para hacer que algo cambie tiene que ver con el sentido que le encuentran quienes se juntan.


G: En qué medida te funciona a ti entonces este arte ¿Como conocimiento?
M: Sí eso es lo que la vuelve vigente, una práctica que se vuelve pertinente, porque mi legitimación tiene que ver con el sentido que construyo de andar en la calle, de construir en la calle, con la gente, de alguna forma Monterrey es una ciudad fronteriza y nuestra frontera no es igual a las demás fronteras, no es una frontera no como Tijuana, eso me lleva al sur… empecé en mi ciudad y más cerca de Estados unidos, pero ¿Que hay en la frontera sur que no nos están diciendo y que esta velado por la visibilidad de la frontera norte?
 


G: Y el papel de los medios, esta frontera está mucho más visibilizada…
M: Claro esta no visibilidad de la frontera sur de países como Guatemala, el Salvador que tienen condiciones de vida más parecidas a las de nosotros, que tenemos un sistema de vida muy caro, carísimo, porque aquí se muere la gente porque en EUA y en Europa se consumen un chingo de drogas y eso pasa por nuestras casas, yo no veo casi las noticias y oía hace poco que Monterrey es el Backyard de EUA y es el patio y el patio del patio del patio, y luego “el palo para amarrar el loco”[8] o sea lo más recóndito de ese patio, ahí es donde estamos, y no somos los únicos, y no somos los únicos, pero ¿Y los mayas y los tzotziles y todo esos grupos que no conocemos? y no podemos emplazarnos en estos tipos de subjetividad porque nos han dicho que esto no existe que está muerto que los indígenas están muertos…

G: Claro, es muy diferente la percepción de México en Centro y Norte… Son como varios Méxicos
M: Claro como es el discurso oficial en las escuelas, nos los pintan muertos llegaron los españoles y mataron a los indígenas y se acabó…Y Monterrey esta de la chingada tenemos una forma de vivir de desplazarnos totalmente Americanizadas, esas 56 lenguas no están en Monterrey , son reales pero no son visibles… somos bien racistas!

G: Si, hay una cuestión de racismo muy insertada…
M: Si si hasta dicen “si aquí no había indios había puro chichimeca ahí saltando del tingo al tango” y eso es mentira, eso también es una versión muy racista de cómo “eran las cosas en el Norte” es negar  “aquí no había indios” y piensas pues entonces no hay indios ¿Y porque es tan malo ser indio? ¿Qué es un indio? ¿Por qué?

G: Hay una realidad totalmente desfasada… estamos aislados y ¿Qué te llega de todo esto?
M: Y luego lo peor es que crees tú que pueda funcionar en las prácticas de creación aquí en Monterrey, llega un pendejo y dice “esos artistas de la UANL no saben nada porque no han viajado” y dices a ver o sea a mi no me interesa hablar del arte, para mí el arte no es un punto de referencia, que mis procesos son artísticos y mi creación deviene en práctica artística pero lo que yo hago no habla del arte ¿Por qué? Porque el arte occidental no tiene nada que ver con mi vida normal, con mi vida cotidiana, si yo viviera en Italia y viera todos los días el coliseo y el David y la madre, pues si puede ser que me interesará hablar de arte pero no, no vivo en Italia…
 


G: Claro eso no es lo que acontece, no puedes desfasarte, no puedes hablar de lo que no tienes día a día… La idea del cuerpo pensándose desde donde uno viene, donde acontece algo y uno no puede desligarse de eso, no puede empezar a deslindar… Las cosas que te afectan directamente las pérdidas, la muerte…
M: Y Monterrey está muerto, los espacios que hay no están para nosotros, está muy nefasta la cosa, hay un único curador y ¿Qué sentido puede crear una exposición con el?  “artistas del Norte” y dice nada, no hay justificación, escogen a sus amigos, a los que van a dejar dinero, y esta cabrón, y la cultura esta igual que todo el país, en los puestos que pueden generar algo ahí no hay nada…
 
 


martes, 13 de agosto de 2013

Entrevista con Yasodari Sánchez


"El arte te ayuda a pensar en estadísticas pero no de la manera fría y cuantitativa de una estadística sino que la piensas a partir de un factor humano, es necesario articular desde otras disciplinas, visibilizar desde el arte lo que no puede visibilizarse a través de otros medios."


 

Una de las partes escenciales de la investigación en curso sobre las prácticas artistico políticas en México son las entrevistas realizadas a algunos productores que se encuentran implicados en proyectos de investigación social a partir de conflictos como la violencia y el narcotráfico, las cuales derivan en nuestra vida con diferentes causas y efectos y nos trastocan de manera personal y colectiva.
Debido a la configuración geográfica del país, y gracias a nuestro vecino al norte, esta zona de México es una de las mas afectadas, y es por ello que he decidido comenzar ahí, en el Norte donde empiezan y terminan muchas de las rupturas que actualmente esta sufriendo México.

La primera de las entrevistas fue con Yasodari Sánchez (Monterrey- 1976),  artista visual nacida en Monterrey y que reside aún en esa ciudad. Su obra siempre implica la participación de otros y aborda conflictos sociales que comprenden específicamente el Estado de Nuevo León como la cultura del trabajo, la inmigración, las fronteras, la violencia de género, entre otros. Yasodari comenzó como teórica y fue pasando a la práctica artística, sin embargo su acercamiento no se dió desde la teoría sino desde la acción social. Es peculiar encontrarte con artistas regiomontanos que trabajen de esta forma ya que no es un estado de mucha movilizacion social, ni mucho menos de izquierdas.


 

Gris: Yaso si puedes empezar contando ¿Desde dónde y cómo te posicionas?

Yasodari: Yo mi infancia me la pase en la independencia[1] y creo que el hecho de convivir ahí en ciertos momentos de mi vida me cambió las formas de dialogar con otros espacios, me ayudó a entender Monterrey desde mi lógica y desde mi perspectiva, el saber cómo opera, a diferencia de otra gente que trabaja su producción desde una plataforma mediática, desde el periódico, y dicen bueno mataron a 10 y entonces pinto 10, o hago un collage de 10… para mi si fue como de una afección positiva, creo que todas las afecciones son positivas. Sé que el tejido social de Monterrey tiene muchos matices, pero pensar cosas así desde la producción me parecen ilógicas, como pensarlo a partir de la nota, hay que hacer una investigación, un acercamiento…

Luego esta que tendemos a pensar que Monterrey tiene un juego identitario, el Monterrey “sampetrino” [2], del futbol, laboral… y ¿Dónde está esa condición político y social? “en Monterrey todos somos “sampetrinos”, “todos votamos por el PAN” a  mí me interesa saber qué espacio habito porque al final ese espacio es mi comunidad y finalmente bueno todo se articula desde la comunidad y vincularte a ese espacio te afecta.


G:¿Crees que Monterrey da condiciones específicas que definen tu obra?
Y: Yo creo que Monterrey si te modifica la producción de ciertos objetos o las reflexiones de ciertas cosas, se genera una especie de “psicogeografía” de donde te vas moviendo y desde donde te afecta… Monterrey está cambiando mucho y en lo particular siempre a mi me ha interesado eso, como se van configurando tus trayectos, estas cosas de cómo te ubicas.

G: Y puede ser que la identidad se esté reconstruyendo también porque Monterrey ha sufrido cambios brutales en muy poco tiempo, y ha llegado otro tipo de población, otro tipo de dinámicas. Incluso hemos pasado también de la apatía a la acción, al menos a mi me toco ver como se ha pasado de 500 manifestantes a 20 mil…

Y: Creo que ahora se mueve más, el problema es que hubo mucha gente que participó en marchas pero luego todo se volvió como si fueran marchas a partir de lo mismo de un dispositivo de redes sociales, dejaron de publicar y la gente dejó de asistir e ir, sí creo que ha cambiado y hay grupos interesados y organizados, pero luego la dinámica aquí pues… El modelo económico de Monterrey se sujeta a una producción no humana ni saludable, el modelo es trabajar 12 horas y lo demás no tiene un sentido positivo, muchas cosas de las que se registran en Monterrey siguen pensándose a través del modelo de trabajo que también se ha impuesto como identidad… solo hay un 2% de participación ciudadana, no somos nada. Yo trabajo con migración, con los migrantes y ahí es cuando uno dice “es que si pasan cosas en Monterrey” pero nuestra percepción de la realidad es sujeta a facebook a Chavana o algo así, y si hay quejas ciudadanas están en el Centro y no están en el Norte en Monterrey…

G: Pero yo me atrevería a decir que todo lo que está pasando en el centro y sur es un reflejo de lo que pasa en el norte donde no puedes salir, ni manifestarte, ni nada…

Y: Entre que es indiferencia e ignorancia, porque se construye alrededor tuyo un “Disney”, si la gente se junta es por una convocatoria a partir del canal 12 para hacer el corazón más grande del mundo, para celebrar el día del niño, todo funciona a partir de un dispositivo mediático a diferencia del centro donde están muy bien organizados y saben cómo se van generando un lazo de comunidad de ciudadano a ciudadano, aquí no entendemos la palabra ciudadano, ni individuo, ni ciudad… una de las cosas que me están llamando mucho la atención es la matrícula de estudiantes indígenas, es impresionante, es muy grande y no hay documentación de que tanto por ciento están entrando a la Universidad, y la UANL no lo tiene como un indicador importante, lo está investigando la UR que es una universidad privada, no la pública y eso se me hace muy fuerte.

G: ¿Cómo está ésto de las estadísticas de migrantes? 

Y: Hay un gran porcentaje de migración, un gran porcentaje de esposas de empresarios de Hong Kong y sus empleadas son Salvadoreñas, otras indígenas y no se pueden comunicar entre ellas, una habla castellano la otra habla su lengua, entre los migrantes hay una gran población de estudiantes y gente por cosas de trabajo, y entonces van a estudiar a la universidad y la mayor parte de estudiantes se van a las universidades privadas, estas sucursales, de INSUCO...
 

G: Claro estas universidades que son como cadenas de comida rápida y piensas en que tanto de verdad están comprometidas con la educación y que tanto estas  universidades son un negocio

 Y: Si y al final están generando necesidades propias de Monterrey y no propias al perfil de estudiante que se dirigen…Y no se preocupan, no digo que hay que tratarlos de manera especial sino de acuerdo a la carga emocional y psicogeográfica que traen, estamos hablando de personas que en su vida habían conocido una ciudad, la INEGI reporta cerca de 80 mil indígenas en la ciudad, es mucha población y reporta 56 lenguas en la zona metropolitana de la ciudad.

G: ¿Y qué tipo de comunidades son las que están llegando?
 Y: La lengua que más se habla es el náhuatl, y el zapoteco, no me acuerdo bien, y de ahí van dialectos que son de comunidades bien específicas, y si vas a la Alameda vas escuchando el náhuatl, el zapoteco y dices ¿En qué momento están aquí asentadas 56 lenguas? y eso se me hace súper importante…

G: ¿Y por qué crees que están llegando ahí, así?
 Y: Yo creo que lo principal tiene que ver con el campo, con el trabajo, con la agricultura, ya no hay campo, ya no hay trabajo y o sea pensando en el norte y piensas en el dinero o sea piensas a cierta “comodidad económica” es al final Monterrey porque sabes que hay un municipio así, la zona con más cantidad  es San Pedro y dices, o sea ¿San Pedro? Pero si San Pedro es el municipio más rico de América Latina y pues ellos saben que ahí en cualquier momento van a tener empleo y la mayor parte por lo poco que se vienen por una circunstancia del campo, muchos tienen oficio y generan esos oficios como mecanismos, por lo mismo que ofrece  Monterrey es que piensan que podrán saltar a Estados Unidos, porque es una frontera cercana y es una frontera no como Reynosa o Laredo, que es todavía más extremo, si es que me voy a cruzar a EUA lo más cómodo es Monterrey y al final muchos están asentado en poblaciones de la zona metropolitana muy marginales, en basureros, y por ejemplo de los migrantes que conozco muchos han sido deportados están en las casas de migrantes piensan en ahorrar dinero y volverse a cruzar, incluso cuando les preguntan cuál es su lugar de origen y dicen Monterrey,  porque quieren estar cerca de la frontera, esas son como las dos formas que puedo entender porqué están aquí estamos al casi 400% de crecimiento de migración, entendiendo migrantes centroamericanos, profesionistas que vienen a trabajar aquí, y comunidades indígenas.

G: ¿Cómo te vas acercando a esto?
 Y: Quería pensar mi producción también por lineamientos legales, ya institucionalizada o validada desde la misma plataforma desde la constitución mexicana, desde lo legal, yo quería saber cómo operaba porque antes había trabajado con personas que habían sido secuestradas pero que no estaban dentro de ningún grupo porque a ellos les implicaba otras cosas, y te das cuenta que los programas que elaboran y los grupos que se auto-organizan de algún modo estos programas no piensan en el otro o pasan cosas que no te permiten y eso me hacía a mi mucho ruido y empecé con un taller de derechos humanos en Ciencias políticas pensando sobre el modelo económico, el neoliberalismo, la condición laboral que creo que eso ha disparado todo esto, que hoy tengamos estas prácticas y desde ahí me fui metiendo y conocí varios grupos organizados, grupos de desaparecidos, y yo ya desde antes andaba en grupos.

 

G: Si yo se que siempre has estado metida e involucrada con los movimientos, las marchas, manifestaciones…
Y: Si desde lo que pasó en el 2006[3] también estuve metida, a veces iba a acompañar a los granjeros que tenían problemas de pagos, me interesa mucho esta parte que nombran periférica o marginal y que no responde a lo mismo, ni a los formatos oficiales ni a los formatos del ciudadano común y no terminan de entenderlo porque no lo quieren entender.

G: ¿Crees que te posicionas entonces también desde lo que llaman “marginal”? ¿Lo periférico?
 Y: Pues desde los dos lados creo, tienes que mirar a esas direcciones, me puedo posicionar desde los dos lados, o a lo mejor ni siquiera hay dos lados…
Pues sería esta cosa de pensar precisamente el tejido social a manera de flujo, es una cosa que te va dando texturas y matices el problema es si te quedas en ciertas partes de esa textura, pensar “soy del centro” o “soy marginal” es pensar siempre en esta cualidad del otro, del sujeto que esta posicionado y pensarlo así sería pensarlo de manera jerarquizada y con estatus. Yo creo que es como una bola y a esa bola le vas dando vuelta,  y todo está mapeado con esas circunstancias, y tienes que mover la bola porque si no pues no te das cuenta, el problema es dejar la bola,  tiene que rodar y en la medida que eso ruede es la medida que vas rozando o vas topándote con cosa. A mí me molesta pensar así como el arte por el arte, como con esta circunstancia dura y condicionada al objeto y al poder específico e importante, y condicionada para el otro, a mí esas cosas también me dan mucha hueva.

G: Sobre el mercado del arte y las exposiciones de “resistencia” no?
Y: Esas cosas son como el cliché de la resistencia no? Siempre hablar como de una postura resistente frente a lo político, a lo económico cuando sabes que todo a final de cuentas sale de eso no? La resistencia como mercado del arte, es ahí cuando dices no que hueva, no? Tu lo ves y dices eso es débil eso va encaminado al discurso todavía que se le puede sacar más, el poder ,lo político…

G: En qué momento esto se vuelve una excusa, un pretexto, o una salida… o formas de pensar, de resolver, quiero pensar que nos está sirviendo para entender las cosas, como herramienta que nos hagan de entender de otro modo…
Y: si tienes razón…
Pensar como en fórmulas de cómo resolver problemáticas sociales ya no funciona, si creo que en ese sentido el arte te ayuda a pensar en estadísticas pero no de la manera fría y cuantitativa de una estadística sino que la piensas a partir de un factor humano, porque ese es el que lo articula, y si la cantidad y números son importantes pero no sé, a mí el arte me ayuda a pensarlo de otra manera en que pueda romper la lógica común de los objetos de los formatos y de las intenciones que pareciera que ya están pensadas, que ya tienen una forma de resolverse cuando las cosas no se resuelven en una circunstancia de ley se van resolviendo en el camino, no son tan ciertas, ni existe esta promesa aunque existan leyes y justicia es necesario articularlo desde otras disciplinas, visibilizar desde el arte lo que no puede visibilizarse, a través de otras disciplinas, o de otros medios.

G: ¿Y como funciona esto en tu metodología de trabajo?
Y: A mí me parece que las piezas me llevan mucho tiempo, tengo que estar dentro del grupo precisamente para entender cuál es la lógica que ellos tienen sobre cosas tan cotidianas como el tiempo, la idea de tiempo libre, de la circunstancia de trabajo cosas que también a nosotros nos rozan ¿Qué significa trabajar? ¿Qué significa el amor? En algunos momentos mepasóo que ya conocía las circunstancias de las personas,  personas secuestradas y tenía claras ciertas dinámicas y cuando llego con los centroamericanos  ¿Como le hago? ¿Cómo lo entiendo? No soycentroamericanaa,  fue muy difícil porque todas las formas que pensaba para generar, para hacer un filtro o anotaciones decía no saben ni escribir la mayoría, no saben leer, no les interesa hacer una actividad, es una población que siempre está en flujo, y a lo mejor tengo 1 día o tengo 5 días, y les dan ahora 15 días y en 15 días tengo que entender algo, en esta última pieza que hice pensé ya materialice algo, ya genere algo…

G: ¿Y cómo sale la pieza? ¿En qué consiste?
Y: Empezó con una reflexión del espacio público, después del huracán “Alex” ya cambio toda nuestra geografía, toda nuestra dinámica de desplazamiento, había lugares donde la gente podía estar y laborar, y pues hay cosas que quitaron como todo lo del mercado de reforma y yo digo ¿Toda esta gente a donde se va? Esta gente se convierte en otra cosa, otra cosa que no tiene que ver con lo laboral sino otra cosa, me di cuenta que iba a otras circunstancias, de la cantidad de migrantes que llegan, hay comunidades enteras de hondureños, empecé a tener información y un acercamiento con eso.
La última pieza que hice tiene que ver con mujeres migrantes. En Monterrey hay dos casas Santa Martha y Nicolás, lo interesante es que esa casa tiene 5 años, no es nada, en  México empieza el flujo migratorio en los 80´s por la construcción del metro, había mucha mano de obra de Salvadoreños y hasta hace 5 años hay una casa de migrantes para mujeres, en la otra casa de migrantes era imposible aceptar una mujer… y entonces dices ¿Que pasaba con las mujeres en otros años?



G: ¿Y porque no aceptan mujeres?
Y: Fíjate por una razón bien estúpida, que porque las mujeres generan conflictos ¿Conflictos de qué? “Las migrantes mujeres son muy conflictivas” y dices “no mames”, o sea me da mucha gracia, es pensar que todas las mujeres somos conflictivas y tenemos que tener ciertos espacios, una cosa como de inadaptación,  es muy difícil, nunca se sabe la cantidad de migrantes que pasan por una ciudad hay aproximados pero no se saben los reales, lo otro es que no hay documentación, no hay estudios, mucho menos hay una perspectiva de género  y menos se habían preguntado o se preguntan porqué las mujeres no entran a una casa de migrantes, y lo que hacían entonces las mujeres era irse a casa evangélicas, la casa San José te admite 90 días sin salir de esa casa, no puedes salir en esos 90 días de esa casa, porque te están cuidando. Hay cosas asi en Monterrey, es como una forma de generar una comunidad, y es una vecindad enorme, hay cuartitos y salen, empiezan a salir como parejas, familias y dices ¿en qué momento esas casas tienen tanta gente? Todos eran adictos, se conocen, se juntan, se hacen familias y ya no salen a la calle, te lo juro, y ahí se quedaban las mujeres migrantes porque no hay de otra,  y si no te quieres quedar 90 días te quedas en la calle, te quedas en la alameda.
Entonces lo que hice fue hacer entrevistas y charlas con mujeres migrantes hablando de sus circunstancias de tránsito y más allá de preguntas institucionales era pensar sus circunstancias en el país, de vida, porque ahora están acá y te das cuenta de cuál es el perfil de una mujer migrante,  la mayoría tiene 4 hijos, se embarazan a los 13 años, y eso lo tiene registrado derechos humanos, es muy clásico que se casen en el tren.

 

G: ¿Y que haces con todo esto?
 Y: Estoy documentando, estoy investigando, me gusta siempre generar participación, convoque a que me dieran playeras y un poco también para entender cómo abordan la economía a partir del objeto, el objeto como modelo de vida, y esto tiene la cosa de la playera te a una identidad y lo quería ver incluso como antropológicamente, que playeras ya no quieren, que en algún tiempo quisiste, recuperé 164 playeras, la mayoría de partidos políticos, aeropostale, ni se me las marcas, feísimas, y con ellas lo que hice fue visibilizar lo que ellas enuncian y lo que nosotros no hemos sabido responder como institución o como ciudadanos,  y lo que hice fue editar las entrevistas y donde había marcas generé stencil, 40 textos de condiciones muy latentes para ellas, por ejemplo “yo quede embarazada a los 13 o a los 14” eran documentos que traduje a playeras y monte las playeras como uno las dobla para su ropero, siempre quiero que en la pieza se dé algo que la gente tome eso, así como colaboran que haya interacción y se pueda recuperar, la gente se llevó las playeras. Estaba la inauguración y a ciertas personas les dije cuando tomarlas porque eso invita a que los otros lo tomen y entonces cuando estaban todas las autoridades, entre ellas Margarita Arellanes, y mi pieza estaba frente a ellos y se hizo una especie de mercadito, se las arrebataban y tomaban, y nadie escuchó una sola frase de las autoridades, y al final a partir de ese espacio la gente accionó otra cosa…