lunes, 19 de agosto de 2013

Entrevista con Marcela Quiroga


"El discurso oficial, el de los medios, el del estado, el de los empresarios y todos los que confluyen en el discurso oficial, lo que dicen no tiene nada de sentido! Es ilógico! Y lo único que podemos hacer y lo que tenemos que hacer es construir sentido a partir de otras experiencias y otros emplazamientos"

 
Marcela Quiroga (Monterrey 1970) es artista visual y profesora de la facultad de Artes Visuales de la UANL. Tiene más de 20 años en la producción artística cuestionando el discurso oficial y lo representacional desde el acontecimiento. La mayor parte de su obra se ha desarrollado entre las fronteras norte y sur de México, así como en las de otros países.

La obra de Marcela y las propias reflexiones que hace con el proyecto “Cuál realidad” van en torno a la producción simbólica y los sentidos que esta puede provocar, siendo ésto elemento clave al pensar en esa búsqueda de sentidos a través de la reflexión artística, premisa se ha ido repitiendo constantemente a lo largo de las diversas entrevistas realizadas.


“La producción simbólica  puede proveer sentido y significación, es decir que ayude a construir nuevas versiones, nuevas realidades. Pensar el arte como una práctica, con las implicaciones procesuales que esto tiene, exige la maniobra de replantear la pertinencia tanto de la forma de producción artística, como de los formatos de los objetos producidos y sus reflexiones.” Es por ello que entre los cuestionamientos abordados en esta investigación nos interesan esas "nuevas prácticas sociales" que se dan en México y cómo éstas derivan en la producción contemporánea.

 

 



Gris: Marcela yo conozco tu obra desde hace años, la colectiva e individual, y me gustaría que nos centraramos en el proyecto de “cuál realidad”,  partiendo desde ¿cómo fue tu formación y cómo llegas a todo esto?
Marcela: Yo creo que una cosa es muy importante, la transformación como artistas no se da en términos convencionales, no como en otras escuelas que implican métodos más convencionales y esto nos lleva a una práctica en la calle, estuvimos en la calle mucho tiempo trabajando con Gina (Arizpe), lo que nutre nuestra inquietud no tiene que ver directamente con el arte sino con otro tipo de nutrientes en la experiencia concreta…

G: ¿De la experiencia cotidiana? ¿De lo humano?
M: Si… últimamente tengo muy claro lo que uno puede hacer como maestro en una facultad de artes visuales en una universidad pública en medio de una crisis económica, política, cultural…

 
G: ¿Y qué puede hacer?
M: A grandes rasgos  tiene que ver con nuestros proyectos en el camión, esos lapsos donde uno no está siendo productivo para el sistema capitalista, sino que en los tiempos en los que "no somos productivos", son los tiempos donde realmente somos productivos, somos creativos, esos espacios que no están acotados de cierta forma con los tiempos, con las legislaciones del sistema en el que vivimos y en el que desarrollamos nuestra vida “normal”, no buscarse un trabajo, o bueno si sí buscar un trabajo donde estén estos espacios donde se puede ser…

G: Hablando con Yasodari también coincide esta idea de la falta del tiempo de ocio, la idea de ser productivo social, emprendedor,  y claro Monterrey es una ciudad donde te mueves horas en autobús, y pasas mucho tiempo ahí transportándote y pienso ¿en qué medida es Monterrey un factor importante o desviante del trabajo?, me pregunto ¿Cómo afecta a tu producción además de los trayectos y la formación que me comentabas, cómo afecta el cómo está ahora la ciudad?
M: Lo del camión lo comento como ejemplo, porque mis alumnos me dicen “es que iba en el camión y se me ocurrió tal” y digo ¿Qué pasa en el camión que se ponen productivos? Eso que boicotea ¿porqué se usa para esto? es una incidencia de trabajo, lo que pareciera interesante aquí es este andar en la calle sin una cosa específica que hacer, solo viendo, esa es una forma de crear, puede ser una metodología de creación, que eso nos pasaba a nosotros en la calle.

Y cuando la cosa se pone fea, en 2009, desde el 2005 yo trabajaba en Laredo,  ya las cosas no estaban muy bien y se puso peor… ahorita está muy silencia la cosa, y no nos dicen lo que está pasando. Por ejemplo  hay un problema gravísimo en las cárceles de Nuevo León,  no hay una cárcel para mujeres están juntos hombres y mujeres, están en diferentes alas pero aun si juntos y esto se presta a que haya problemas de trata de blancas, prostitución… hace poquito colgaron a dos muchachas de un puente y una de ellas estaba embarazada, y está muy densa la cosa…
 
G: Claro y empiezas a cuestionarte estas cosas porque esto empieza a superarte, te das cuenta que no es algo temporal, que no es algo específico, empieza a desbordarte y a desbordarse ¿Cómo empieza el arte a servir como una herramienta de incidir, de enmarcar, de visibilizar, o no sé cómo te sirve a ti?
M: Si empieza a tener sentido porque el discurso oficial, el de los medios, el del estado, el de los empresarios y todos los que confluyen en el discurso oficial, lo que dicen no tiene nada de sentido! Es ilógico! Y lo único que podemos hacer y lo que tenemos que hacer es construir sentido a partir de otras experiencias y otros emplazamientos, porque si nos quedamos con lo que nos dicen es una locura, es una locura, no tiene ningún sentido.
De alguna forma los procesos de creación son mi forma o mi herramienta de construir sentido de estas cosas que son tan ilógicas y de las cuales no podemos decir que estamos fuera, porque no estamos fuera, son parte de nuestra vida, de nuestra realidad, estas cosas son determinadas por eso. Yo tengo la necesidad de andar en la calle, de verlo, de no esperar a lo que me van a decir, y todo te afecta porque tienes que estar en tu casa. No puedes ya estar en la calle…

G: Claro ¿Cómo te acercas a eso? porque ya no puedes estar en la calle, te acercas por medio de las redes sociales, el periódico y sabemos muy bien que eso no es… y es una de las cosas que también pienso respecto a la movilización social ¿Si estas salen como respuestas a lo que atiende la sociedad, a necesidades de la ciudad? ¿O son respuesta a los medios a las redes sociales, y se vuelven como otras cosas? no sé si emergen de un contacto real, de reclamar ese espacio, porque tampoco sé si hay una conciencia social de los espacio públicos…

M: Una de las cosas que salieron del proyecto del sur, en Chiapas, en Tuxtla la vida de plaza es vida, la gente se junta, se relaciona es una forma de estar en la ciudad, que no tiene nada que ver con tomar la ciudad ni con tomar la plaza para protestar, si algo es obvio es que si oprimes va a haber una respuesta a esa opresión, y eso es lo que se espera que nosotros respinguemos y no se llega a nada, porque las cosas siguen tal cual, y no va a cambiar nada ,y me acuerdo de las bordadoras por la paz y bueno eso es una forma de tener como esta visibilidad que antes no tenían se juntan y se hacen visibles, y existimos y aquí estamos, sin embargo se sigue teniendo lo mismo, no hay ningún cambio en las prácticas es una forma muy representacional y si algo necesitamos es quitar esas formas de ser representados porque no sirve, no sirven esas formas representacionales necesitamos cambiar esas formas de nuestro estar en el mundo…

G: Entonces cuál es tu postura ante estos movimientos, no crees en eso representacional…
M: Soy totalmente apática a los movimientos, yo creo que funcionan pero no desde el punto de vista en que se manifiestan, funcionan porque se juntan con otras personas, porque dialogan con otras personas, eso sí funciona, funciona a niveles más pequeños y no cambia el sistema en que vivimos porque seguimos dependiendo de una representación, seguimos siendo representados, y aunque lo digan los discursos y digan que la democracia funciona, no creo yo que funcione para nosotros porque seguimos dependiendo de que alguien más tome nuestras decisiones, nos dicen tantas cosas, nos hacen que nosotros mismos dependamos de eso que ni siquiera podemos verlo, necesitamos hacernos cargo de nuestras prácticas y lo que esas prácticas generan. Estamos siempre tan adormecidos por lo mismo de que no hacemos nada, pareciera que no tenemos responsabilidad en la construcción en nuestra vida como si no fuera nuestra obligación, siempre esperamos que nos digan que hacer, es generado por los mismos medios por el mismo sistema…Yo no digo que los movimientos no funcionen, acercan, generan sentidos y pertenencia pero en niveles menos evidentes y menos representacionales, no necesitamos  justificar que nos juntamos para decir esto está mal y esto debe cambiar, el simple hecho de juntarnos para lo que sea para lo que nos dé la gana, eso es lo que yo veo, nunca he estado en ningún grupo de protesta ni nada, siempre hemos sido señaladores de cosas que parecen no tener lógica y nos vuelven actores en el mismo lugar, agentes de la ciudad de la forma de relacionarnos con la ciudad.
 
Pregunto a mis alumnos ¿Para que quieren hacer arte? ¿Porque quieren ser artistas? Y esa práctica el sentido que se construye siempre es muy personal, no podemos esperar a que otros digan “eso es arte vamos a llevarlo a la galería” esperar desde un lugar muy alejado del centro donde sucede, en el centro el arte tiene que ver con el sentido, con el conocimiento, eso legitima nuestra práctica lo legitima el conocimiento que nos genera sentido, más que estar metido en algún lugar, en algún sitio que legitima, como una institución artística, lo mismo con juntarse para hacer que algo cambie tiene que ver con el sentido que le encuentran quienes se juntan.


G: En qué medida te funciona a ti entonces este arte ¿Como conocimiento?
M: Sí eso es lo que la vuelve vigente, una práctica que se vuelve pertinente, porque mi legitimación tiene que ver con el sentido que construyo de andar en la calle, de construir en la calle, con la gente, de alguna forma Monterrey es una ciudad fronteriza y nuestra frontera no es igual a las demás fronteras, no es una frontera no como Tijuana, eso me lleva al sur… empecé en mi ciudad y más cerca de Estados unidos, pero ¿Que hay en la frontera sur que no nos están diciendo y que esta velado por la visibilidad de la frontera norte?
 


G: Y el papel de los medios, esta frontera está mucho más visibilizada…
M: Claro esta no visibilidad de la frontera sur de países como Guatemala, el Salvador que tienen condiciones de vida más parecidas a las de nosotros, que tenemos un sistema de vida muy caro, carísimo, porque aquí se muere la gente porque en EUA y en Europa se consumen un chingo de drogas y eso pasa por nuestras casas, yo no veo casi las noticias y oía hace poco que Monterrey es el Backyard de EUA y es el patio y el patio del patio del patio, y luego “el palo para amarrar el loco”[8] o sea lo más recóndito de ese patio, ahí es donde estamos, y no somos los únicos, y no somos los únicos, pero ¿Y los mayas y los tzotziles y todo esos grupos que no conocemos? y no podemos emplazarnos en estos tipos de subjetividad porque nos han dicho que esto no existe que está muerto que los indígenas están muertos…

G: Claro, es muy diferente la percepción de México en Centro y Norte… Son como varios Méxicos
M: Claro como es el discurso oficial en las escuelas, nos los pintan muertos llegaron los españoles y mataron a los indígenas y se acabó…Y Monterrey esta de la chingada tenemos una forma de vivir de desplazarnos totalmente Americanizadas, esas 56 lenguas no están en Monterrey , son reales pero no son visibles… somos bien racistas!

G: Si, hay una cuestión de racismo muy insertada…
M: Si si hasta dicen “si aquí no había indios había puro chichimeca ahí saltando del tingo al tango” y eso es mentira, eso también es una versión muy racista de cómo “eran las cosas en el Norte” es negar  “aquí no había indios” y piensas pues entonces no hay indios ¿Y porque es tan malo ser indio? ¿Qué es un indio? ¿Por qué?

G: Hay una realidad totalmente desfasada… estamos aislados y ¿Qué te llega de todo esto?
M: Y luego lo peor es que crees tú que pueda funcionar en las prácticas de creación aquí en Monterrey, llega un pendejo y dice “esos artistas de la UANL no saben nada porque no han viajado” y dices a ver o sea a mi no me interesa hablar del arte, para mí el arte no es un punto de referencia, que mis procesos son artísticos y mi creación deviene en práctica artística pero lo que yo hago no habla del arte ¿Por qué? Porque el arte occidental no tiene nada que ver con mi vida normal, con mi vida cotidiana, si yo viviera en Italia y viera todos los días el coliseo y el David y la madre, pues si puede ser que me interesará hablar de arte pero no, no vivo en Italia…
 


G: Claro eso no es lo que acontece, no puedes desfasarte, no puedes hablar de lo que no tienes día a día… La idea del cuerpo pensándose desde donde uno viene, donde acontece algo y uno no puede desligarse de eso, no puede empezar a deslindar… Las cosas que te afectan directamente las pérdidas, la muerte…
M: Y Monterrey está muerto, los espacios que hay no están para nosotros, está muy nefasta la cosa, hay un único curador y ¿Qué sentido puede crear una exposición con el?  “artistas del Norte” y dice nada, no hay justificación, escogen a sus amigos, a los que van a dejar dinero, y esta cabrón, y la cultura esta igual que todo el país, en los puestos que pueden generar algo ahí no hay nada…
 
 


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